En Perugia se respira una atmósfera de otros tiempos, con sus burgos medievales rodeados de palacios, castillos y fortalezas hacen que sus localidades sean realmente bellas. Situada en el centro de Italia, la provincia de Perugia es la más amplia de Umbría ofrece una amplia gama de paisajes: las explanadas en el Valle Umbro y en el Valle del Tíber, con las colinas que sirven de marco y sus montañas en la parte este. Destaca también el Lago Trasimeno, el más grande de la Italia central, con sus tres islas internas, Polvese, Maggiore y Minore y dos promontorios. El verde intenso de la vegetación rodea todo el paisaje y todo aquí habla de la historia de esta tierra: desde los pueblos asomados al lago, a los museos; de las tradiciones que se conservan minuciosamente, a los productos típicos.
Perugia (ciudad)
La ciudad de Perugia fue fundada por los etruscos alrededor del siglo VI a.C. Las sucesivas influencias de la época romana se pueden ver en las pavimentaciones de las carreteras, en el foro, en las cisternas, en el anfiteatro romano y en las termas. Perugia se extiende sobre una colina, a 500 metros sobre el nivel del mar, y el casco antiguo se desarrolla a su alrededor, rodeado en parte por las murallas etruscas y medievales.
Tiene dos murallas: la muralla exterior data del medievo y en la que destacan diferentes puertas de acceso a la ciudad como el Cassero de Porta Sant’Angelo. Un poco más adentro de la ciudad está la muralla etrusca caracterizada por las grandes piedras con las cuales fue construida. De la ciudad vieja podemos ver sólo algunos restos, siendo casi todo el núcleo urbano de estilo medieval y es considerado uno de los bellos de Italia.
También merecen verse la plaza Matteotti, anteriormente llamada Sopramuro, con el palacio del siglo XV de la Universidad Vieja y el Palacio del Capitán del pueblo. Al lado, una de las más importantes plazas de Italia: Plaza IV de Noviembre, centro monumental y social de la ciudad con la Fuente Mayor, elegante en sus líneas y formas y obra maestra escultórica de la época. Este conjunto comprende el Palacio de los Priores, erigido entre el siglo XIII y XIV, símbolo del poder civil y sede de la Galería Nacional de Umbría
Asís
Lugar de incomparable belleza y de importancia religiosa. La persona que se encuentra en tierras de Perugia, a menudo hace los caminos de San Francisco y Santa Clara con santuarios y conventos. Asís, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, desde hace siglos es meta de turistas y peregrinos. Asís cuenta con una característica conformación en terrazas, con largas y empinadas calles que desembocan en la Plaza de San Rufino, donde está el Duomo del mismo nombre, de estilo románico y el Ayuntamiento.
Entre los numerosos monumentos e iglesias que hay, se pueden visitar, la Basílica de Santa Clara, con las características franjas rosadas y blancas de la fachada y en cuyo interior se encuentra el crucifijo que le habló a San Francisco, la Basílica Superior de San Francisco, en la que se encuentran frescos de Cimabue y Giotto, unida por medio de una escalera a la Basílica Inferior.
Gastronomía
No nos podíamos despedir de Italia sin hablar de comida. Confirmamos los rumores de que en Italia se come bien. La cocina de la provincia de Perugia es sencilla y se basa en productos como el aceite de oliva, que a menudo se acompaña con “bruschette”, un pan tostado especial, carnes a la plancha y verduras. También la trufa negra, típica de toda Umbría, da sabor a muchas platos y caracteriza también la Pizza de Pascua: un bollo salado con sabor a queso de oveja. Dignas de mención son también las lentejas de Castelluccio, minúsculas y con la piel muy tierna; los embutidos de Norcia, que se acompañan con aceite de oliva virgen extra.
“Strangozzi”, “stinchetti” y “struffoli”: ésta es la regla de las tres “S” en el territorio de Perugia. Entre las recetas más apetitosas, los “strangozzi” son una pasta larga hecha sólo con agua, harina y buenas manos para amasar que se sirve con diferentes salsas, principalmente de carne.
Otros platos típicos son el Tegamaccio, una sopa parecida al “cacciucco” con diferentes pescados de lago, como el “persico” la trucha, la carpa y el lucio. Otra especialidad de Perugia es la “Parmigiana di gobbi”, antiguo plato con cardos (gobbi), con salsa de carne, mozzarella y queso parmesano. Como postres podemos recordar las “pinoccate” a base de piñones, el “torciglione” con pasas, nueces e higos secos; y el “torcolo” una especie de rosca con pasas y fruta confitada. Para terminar los vinos preciados como el Montefalco que en el mundo significa Sagrantino, vino tinto que en su versión generosa es perfecto para acompañar asados y postres, el Torgiano y los Colli Perugini.