La costa begurense ofrece un litoral de inigualable belleza, en el cual los acantilados, los pinos, las escondidas calas de aguas cristalinas, y la abrupta costa, hacen de esta zona la máxima expresión de la Costa Brava. Situado en el corazón de Catalunya, el pueblo de Begur y sus playas configuran uno de los lugares más maravillosos de la Costa Brava.
Su término municipal esta formado por un conjunto de colinas llamadas Macizo de Begur, y un extenso litoral, bañado por el mar Mediterráneo. Tanto el casco antiguo de Begur, formado por múltiples monumentos herencia de los momentos más significativos de su historia; como el pequeño núcleo románico de Esclanyà, o las ocho calas y pequeñas playas que pertenecen a Begur, configuran un conjunto, y un entorno paisajístico, inigualables.
Centro histórico
Centro histórico La imponente silueta del castillo medieval que preside el municipio, las numerosas casas de indianos, el trazado y el perfil de las calles y callejas del casco viejo y las antiguas barracas de pescadores que se conservan en las calas dan fe de una historia larga e intensa en la que piratas, navegantes, coraleros, pescadores, indianos y generaciones enteras de begurenses han ido poblando unas tierras que, no obstante las inevitables transformaciones debidas al paso del tiempo, han sabido conservar la esencia de sus raíces y su identidad.
Playas y calas
La costa begurense ofrece un litoral de inigualable belleza, en el cual los acantilados, los pinos, las escondidas calas de aguas cristalinas, y la abrupta costa, hacen de esta zona la máxima expresión de la Costa Brava. Begur cuenta con ocho calas y playas, situadas al norte, este y sur del pueblo, de características y belleza completamente variadas.
La Playa del Racó, que encontramos junto al municipio vecino de Pals. Es la playa más amplia de Begur y ofrece una preciosa panorámica de las Islas Medas.
Siguiendo la costa en dirección sur-oeste se encuentra la cala de Illa Roja, playa nudista de renombre internacional. Esta preciosa playa, una de las más emblemáticas de la costa begurenses, se caracteriza por estar presidida por una isleta rocosa de un color rojizo que da nombre a la cala.
La Playa de Sa Riera es una de las mayores de Begur y la más cercana al pueblo, con una situación geográfica excelente, pues a la derecha tiene el resguardada cala des Port des Pi, y, a la izquierda, la cala del Rey. Sa Riera, que recibe su nombre de un torrente que divide la playa en dos mitades, conserva su carácter tradicional y ofrece al mismo tiempo diversas actividades deportivas y servicios turísticos.
La Cala de Aiguafreda, pequeña cala resguardada por el monte Rodó. Encontramos un pequeño muelle para embarcaciones y una agradable zona de picnic. La siguiente cala, este también, es Sa Tuna, característica por su situación resguardada, y acceso tortuoso. Esta cala pedrosa ofrece un agradable baño en aguas limpias y transparentes, y tranquilos paseos por el camino de ronda.
Encontramos, también en el sur, las calas de Fornells, donde, según la tradición, se bautizó este litoral, hace cien años, con el conocido nombre de «Costa Brava». El camino de ronda sirve de nexo para llegar a todas las pequeñas calas que forman el núcleo de Fornells: la cala de n’Estasia, Ses Orats, la cala d’en Malaret y el Puerto de Esclanyà. Estas calas tienen la característica compartida de que la arena no es muy fina, pero se puede tomar el sol tranquilamente, el agua es muy clara.
La última playa que pertenece a Begur, situada al sur de Fornells, es la acogedora playa de Aiguablava, característica por sus aguas cristalinas y de poca profundidad, y por su arena fina y clara.