En el mundo del surf se ha desatado una fiebre por las olas artificiales, teniendo en cuenta los numerosos proyectos que están surgiendo en los últimos años en todos los continentes. Poder disfrutar de este deporte sin necesidad de encontrarse en la costa y sin preocuparse de factores como el viento, el oleaje o la marea es el sueño de cualquier surfista, sobre todo si no vive cerca del mar. Hasta Madrid tanteó tener su particular ‘spot’. En este mercado emergente, Wavegarden es una de las mejores fábricas de olas que se han puesto en marcha. Esta semana las creaciones de la compañía de Zarautz (Guipúzcoa) romperán por primera vez en Estados Unidos.
NLand Surf Park Texas
NLand Surf Park, el primer parque de surf del país norteamericano, abre este viernes en Austin (Texas) con la tecnología desarrollada en España. «Este es un momento histórico para los surfistas de todo el mundo», asegura Josema Odriozola, director ejecutivo de Wavegarden, quien recuerda que ésta es la segunda instalación que está en funcionamiento después de su debut en Gales (Surf Snowdonia, inaugurado en 2015). Son los primeros frutos de la empresa vasca, creada en 2005. En cartera, además, hay proyectos repartidos por todos los continentes.La laguna de Austin, ubicada en una zona rural, tiene un tamaño equivalente a nueve campos de fútbol y ofrece olas perfectas de entre 0,5 y dos metros de altura (y con diferentes perfiles para todo tipo de niveles) en un recorrido de 35 segundos por ola. Llevar el surf a esta zona de Texas no ha sido fácil. Primero, por el diseño único de las instalaciones y, en segundo lugar, por la sostenibilidad del proyecto.
Y es que los promotores tuvieron que lidiar con una demanda del Condado de Travis al considerar que no se estaban cumpliendo los requisitos de salubridad y seguridad que impone la ley estatal de piscinas públicas. El pulso legal retrasó la inauguración del centro durante unos meses, pero finalmente se ha llegado a un acuerdo sobre la regulación y gestión de la laguna, que emplea agua de lluvia y un avanzado sistema de tratamiento de aguas.
Si bien no ha trascendido cuánto ha costado el primer surf park estadounidense, en Wavegarden estiman una inversión aproximada de entre 6 y 7 millones de euros por laguna sin contar el coste del terreno. Según consta en su presentación del proyecto, su tecnología genera hasta 120 olas por hora para expertos (el número es mayor si éstas van a ser empleadas por principiantes) y entre 80 y 120 surfistas pueden disfrutar de la sesión artificial.
El secreto de esta ola artificial es el ‘perfil hidrodinámico’ que recorre el fondo de la laguna creando una onda que se curva al llegar a las orillas, creando dos olas perfectas que viajan a lo largo de la laguna y rompiendo hacia la derecha y hacia la izquierda.
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